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Don Pancho Ochoa: de una pequeña zapatería a la creación de El Pollo Loco

Don Pancho Ochoa: de una pequeña zapatería a la creación de El Pollo Loco

Francisco ‘Pancho’ Ochoa, el renombrado empresario mexicano que triunfó con las cadenas de restaurantes El Pollo Loco, Taco Palenque y Palenque Grill, comparte cómo el trabajo arduo y la unidad familiar lo llevaron a capitalizar las oportunidades y encontrar el éxito. Este artículo, creo, revelará la vida y el viaje de este emprendedor, mientras analizamos sus humildes raíces y su incansable perseverancia mientras desarrollaba su visión estratégica. Se le conoce como ‘Don Pancho’, título de respeto que se ha ganado.

Nacido en una familia numerosa en Sinaloa, México, Ochoa aprendió desde muy joven el valor del trabajo duro y el servicio al cliente. Su padre, un empresario que regentaba pequeñas tiendas de abarrotes, le enseñó las bases del oficio. Pero las lecciones más significativas llegaron cuando un huracán devastó su estado natal y lo obligó a abandonar la escuela secundaria a los 14 años para ayudar a su familia. Desde entonces, Ochoa no ha dejado de trabajar.

En su edad adulta temprana, Ochoa y su esposa operaban una pequeña zapatería en su pueblo de Guasave Sinaloa. Sin embargo, a fines de 1974, una nueva moda cambió el curso de su vida; pollo asado que estaba abierto como mariposas. Recordando una enseñanza de su padre: “las oportunidades son malas, pero cuando lleguen, no las dejes pasar”, Ochoa vio un nicho de mercado cuando un restaurante local, popular por sus pollos asados, limitó su oferta a 100 pollos por día. .

Cuenta Ochoa que en dos ocasiones trató de comprar pollos asados ​​en este lugar, pero siempre se topó con la respuesta del dueño: “Solo vendo 100 pollos al día. Quien obtuvo algo, obtuvo algo, y quien no lo hizo, no lo hizo”. Después de su segunda visita fallida, una idea comenzó a formarse en la mente de Ochoa: “Pancho, vas a vender las gallinas que este hombre no quiere vender”.

A la edad de 30 años, y luego de hablar con su esposa, Ochoa decidió vender todo el inventario de su zapatería y cambiar de negocio. En 15 días, había liquidado todo su inventario y su antigua zapatería se estaba transformando en un nuevo restaurante.

Con la ayuda de un conocido vendedor de tacos, quien aceptó el desafío de aprender a cocinar pollo a la parrilla, Ochoa inició su nueva aventura. Pero no se conformó con replicar la receta del popular restaurante. Al escuchar los comentarios de su nuevo cocinero sobre el olor a “pluma mojada”, luego del tercer bocado de pollo de su competidor, Ochoa ideó una fórmula única para marinar sus pollos. Este condimento único daría vida a lo que hoy conocemos como el sabor característico de El Pollo Loco.

Don Pancho Ochoa nos enseña una valiosa lección; el éxito radica en identificar las oportunidades y tener el coraje de aprovecharlas.

En la historia de toda gran empresa, algunos momentos y decisiones clave marcan su trayectoria. Para El Pollo Loco, uno de esos casos involucró a su fundador, Don Francisco ‘Pancho’ Ochoa, un nombre y una cerveza Caguama. (En México, hay una cerveza Caguama popular que se vende en una botella grande y es económica)

Unos días antes de la apertura de su restaurante de pollo en enero de 1975, Pancho estaba discutiendo posibles nombres para el restaurante con su pintor de letreros, ‘El Bobby’. La elección inicial, ‘El Rico Pollo’, fue descartada por Bobby por ser demasiado cursi. Bobby le sugirió a Pancho que mandara a buscar una Caguama y entre copas consideraron otros nombres para el restaurante. Después de estar en desacuerdo porque a Bobby no le gustaba ninguno de ellos, el tío de la esposa de Pancho que pasaba por el negocio sugirió el nombre “El Pollo Loco”, inspirado en un restaurante de parrilladas llamado “El Caballo Loco”. A pesar de las dudas iniciales de Pancho, Bobby estuvo de acuerdo en que era un buen nombre. Finalmente, se pintó la pared del lugar con “El Pollo Loco”, y nació el buque insignia de lo que sería un imperio de comida rápida. 

El Pollo Loco abrió sus puertas el 6 de enero de 1975. Don Pancho celebra este aniversario todos los años comiendo pollo asado en Guasave, el lugar donde todo comenzó. Es su forma personal de recordar los humildes comienzos de la empresa.

Después de encontrar su primera gran oportunidad vendiendo pollos asados, Don Pancho continuó aprovechando otras oportunidades que se le presentaron. En 1980, El Pollo Loco incursionó en el mercado de Los Ángeles, decisión que resultó en algunas de las experiencias más memorables para Don Pancho y su familia.

En Los Ángeles, la elección de la primera ubicación de El Pollo Loco fue una apuesta arriesgada.

A pesar de estar ubicado en un área predominantemente centroamericana, donde la comida mexicana no era la norma, el restaurante fue un éxito rotundo desde el primer día. Parte de su éxito se puede atribuir a su inteligente publicidad, que decía: “Si el coronel supiera la receta de El Pollo Loco, ya sería general”. Este eslogan resonó entre los clientes y ayudó a consolidar la marca en el mercado estadounidense.

Desafortunadamente, debido a desacuerdos con su socio, la empresa se vio obligada a vender El Pollo Loco en los Estados Unidos a Denny’s en 1983. A pesar de este revés, la marca El Pollo Loco prosperó y ahora cuenta con más de 500 ubicaciones en los Estados Unidos y más. de 20.000 empleados.

Mientras tanto, en México, Don Pancho decidió compartir la marca El Pollo Loco con sus hermanos. Sus hijos, que entonces eran muy pequeños, ahora dirigen parte de la empresa en México junto con su familia.

Finalmente, una curiosidad destacable de esta etapa de El Pollo Loco es que Brad Pitt, antes de convertirse en un actor famoso, trabajaba disfrazado de mascota de pollo para atraer clientes. Esta anécdota muestra cómo, a lo largo de su historia, El Pollo Loco ha sido más que un restaurante. Se ha convertido en un lugar de oportunidades y experiencias memorables para muchas personas, desde sus fundadores hasta sus empleados y clientes.

200 estudiantes del Valle del Río Grande, incluido Port Isabel. Escuelas participantes: Pharr San Juan Alamo (PSJA), T-STEM, las 3 escuelas misioneras – Vets, Eagles y Collegiate, también, Progreso. Se otorgó una beca de $500 a un estudiante de último año. Foto de Roberto Hugo González

Luego de la venta de El Pollo Loco en Estados Unidos, Don Pancho y su familia continuaron expandiendo la empresa, esta vez en Asia. Se asoció con Denny’s para abrir ubicaciones de El Pollo Loco en Japón, Malasia, Singapur y Filipinas. Esta expansión global demostró la fuerza y ​​versatilidad de la marca y su capacidad para adaptarse a los mercados de todo el mundo.

Don Pancho viajó personalmente a Japón y Malasia para supervisar las nuevas aperturas, y sus hijos pequeños lo acompañaron en numerosas ocasiones. La experiencia internacional le dio a la familia una nueva perspectiva del negocio y les permitió aprender y adaptarse a diferentes culturas y gustos culinarios.

La historia de El Pollo Loco es un testimonio de cómo una pequeña idea puede convertirse en un fenómeno global con la combinación adecuada de visión empresarial, audacia y perseverancia. A pesar de los obstáculos y dificultades, la empresa ha demostrado una notable capacidad para reinventarse y crecer.

Hoy, su hijo, Francisco “Pancho” Ochoa Jr. dirige Grupo Palenque, y otros miembros de la familia Ochoa siguen dirigiendo la marca El Pollo Loco en México. En total, la empresa ha extendido su presencia más allá de su natal Guasave a otros continentes y continúa creciendo y evolucionando en América.

La última parte de la historia de Don Pancho y El Pollo Loco está llena de lecciones valiosas para cualquier potencial emprendedor. Habla sobre la importancia de la adaptabilidad, la creatividad, el coraje para enfrentar los desafíos y la capacidad de aprovechar las oportunidades cuando se presentan.

Como Don Pancho les dijo una vez a los estudiantes de secundaria de la región del condado de Hidalgo que escuchaban su charla: “Ese fue el comienzo. Reconocí la oportunidad cuando la escuché sonar como una campana y supe que era la oportunidad que estaba buscando para iniciar un negocio”. Esta es una lección que todos podemos aprender de la fascinante historia de Don Pancho y El Pollo Loco.

Don Pancho continuó su charla con una nota de agradecimiento, dejando una impresión duradera en su joven audiencia. Era evidente que su historia había tocado muchos corazones, motivándolos a seguir sus sueños y aprovechar las oportunidades que se les presentaban.

Para el empresario y su familia, Taco Palenque y El Pollo Loco México son mucho más que negocios. Son un testimonio de su resiliencia, visión y dedicación al servicio al cliente. Cada restaurante representa el amor de la familia por la comida, la cultura y la comunidad. Y a través de su liderazgo y la ética de trabajo de su familia, Don Pancho había dejado un legado perdurable, no solo para sus hijos y nietos, sino también para todos los que se habían cruzado en su camino.

La historia de Don Pancho Ochoa es un testimonio inspirador de cómo un simple deseo de mejorar puede convertirse en realidad con visión, perseverancia y dedicación. Ya sea adaptándose a un nuevo mercado en Estados Unidos, llevando su marca a Asia o escuchando y adaptándose a los gustos de sus clientes, Don Pancho demostró que la verdadera clave del éxito es nunca dejar de aprender y crecer.

Sus historias y lecciones de vida han impactado a muchas personas, tanto en su comunidad como más allá. Su legado sigue vivo en cada restaurante de El Pollo Loco México, Palenque Grill y Taco Palenque, y en cada empleado y cliente que ha sido parte de su extraordinaria historia.

Más que un exitoso hombre de negocios, Don Pancho es un maestro de vida, un líder que lleva a las personas a la grandeza a través de su ejemplo. Su historia continúa inspirando a muchos, transmitiendo las lecciones y principios que ha inculcado a lo largo de su trayectoria: amor por el trabajo bien hecho, respeto por los demás, pasión por el servicio y la importancia de buscar y aprovechar las oportunidades.

La historia de Don Pancho Ochoa es un testimonio de resiliencia, visión y dedicación que seguramente resonará en las generaciones futuras. Y a través de su vida y su obra, continúa mostrándonos lo que es posible cuando tenemos el coraje de seguir nuestros sueños y aprovechar las oportunidades que se nos presenten.

El origen de Taco Palenque es verdaderamente otra historia de visión, perseverancia y espíritu emprendedor. Don Pancho Ochoa, que ya había fundado El Pollo Loco y lo había expandido con éxito en México y los Estados Unidos, tenía en mente otra gran idea: un restaurante de tacos auténtico y fresco con un toque único.

Su momento de iluminación llegó durante su visita a una renombrada taquería en San Antonio, cuando se le negó la posibilidad de personalizar su pedido de tacos a su gusto. Fue entonces cuando se dio cuenta de que había una demanda insatisfecha en el mercado mexicano de restaurantes de comida rápida: la opción de personalización y atención al cliente más personalizada.

La idea de Taco Palenque comenzaba a tomar forma: ofrecer comida mexicana auténtica y fresca que pudiera personalizarse según las preferencias del cliente. Además, quería asegurarse de que cada plato se hiciera en el momento, manteniendo la autenticidad y frescura de los ingredientes.

Después de encontrar un terreno adecuado, se puso a trabajar en el desarrollo de su nuevo negocio. Se inspiró en las recetas familiares de la cocina de su madre y su abuela, dándoles un toque moderno y manteniendo su autenticidad.

El primer Taco Palenque abrió el 1 de julio de 1987 en Laredo, Texas. Inicialmente, el restaurante luchó por ganar aceptación ya que era un concepto nuevo en el mercado local. Sin embargo, gracias al espíritu inquebrantable de Don Pancho y su compromiso con la calidad, el negocio comenzó a florecer.

Mientras Taco Palenque crecía, Don Pancho mantuvo sus principios básicos de servicio al cliente e ingredientes de calidad. No importa cuán grande o pequeña sea la solicitud del cliente, nunca dijeron que no. Si el cliente quería tortillas de maíz en lugar de tortillas de harina como en su caso cuando visitó esa taquería en San Antonio, se las proporcionó. Si querían tacos de menudo, se los hacían.

Esta filosofía de “nunca digas no” rápidamente se convirtió en la marca registrada de Taco Palenque y fue una de las principales razones de su éxito. Don Pancho creía firmemente que cada cliente era único y que su restaurante debía poder satisfacer sus necesidades específicas.

Y así, de la inflexibilidad de un competidor ante un taco de fajita en una tortilla de maíz, nació un imperio de restaurantes. Ahora, Taco Palenque es una cadena de restaurantes muy conocida y querida en todo Texas, con planes de expansión aún mayores en el futuro. La dedicación de Don Pancho a la calidad, la frescura y el servicio al cliente sigue siendo el núcleo de su éxito y es un testimonio de su espíritu empresarial y su amor por la auténtica comida mexicana.

La historia de Taco Palenque no podría estar completa sin mencionar a los hijos de Don Pancho. Todos los hijos de Don Pancho han contribuido significativamente al éxito de Taco Palenque con el papel que han jugado en el crecimiento y desarrollo de la empresa.

El compromiso de Don Pancho con la familia y los valores que inculcó a sus hijos se ven claramente reflejados en la forma en que cada uno de ellos ha abordado sus roles en la empresa. La participación familiar en la empresa no se limitaba a la mera supervisión; cada uno de ellos se involucró activamente en el funcionamiento diario del negocio, aportando nuevas ideas y nuevas perspectivas.

Bajo el liderazgo, Taco Palenque ha experimentado un crecimiento considerable, expandiendo su presencia más allá de Laredo, Texas, y estableciendo nuevos restaurantes en diferentes ciudades. Los hijos han seguido la filosofía de su padre de “nunca decir no” y han mantenido el compromiso con la calidad y autenticidad que caracteriza a Taco Palenque.

Don Pancho Ochoa firmando su libro a los estudiantes que asistieron al segundo evento anual de la Conferencia de Liderazgo “Be the Change” presentado por la Dra. Esmeralda Adame. Es coach de liderazgo, oradora motivacional y podcaster. El evento se llevó a cabo en el Centro de Eventos de la Misión el 17 de mayo de 2023. Foto de Roberto Hugo Gonzalez

Todos ellos han demostrado ser líderes excepcionales, guiando a Taco Palenque a través de los desafíos del mercado y manteniendo a la empresa a la vanguardia de la industria de restaurantes. Su dedicación al negocio, su visión del futuro y su amor por la auténtica comida mexicana han sido vitales para el crecimiento continuo y el éxito de Taco Palenque.

Finalmente, es importante resaltar que Don Pancho siempre ha creído en la importancia de mantener la esencia familiar en su negocio. Aunque Taco Palenque ha crecido hasta convertirse en un gran imperio, sigue siendo, en el fondo, una empresa familiar que se esfuerza por mantenerse conectada con sus raíces y valores.

Así, Taco Palenque sigue creciendo y evolucionando, lo hace con la misma filosofía y valores que Don Pancho inculcó desde un principio: la importancia de la calidad, la autenticidad, el servicio al cliente y, sobre todo, el respeto y el valor de la familia. El legado de Don Pancho sigue vivo en Taco Palenque, en cada taco servido y cada sonrisa compartida.

Nota del editor: Don Pancho vendió la marca El Pollo Loco en los Estados Unidos. Su familia es propietaria y opera El Pollo Loco en México.

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